Las bases neurobiológicas de los trastornos del neurodesarrollo tienen una correlación en mayor o menor medida, con la sintomatología neurocognitiva. A continuación se expondrán varios Trastornos del Neurodesarrollo a través de los cuales se especificarán las características neuroanatómicas obtenidas mediante diferentes estudios [morfológicos, histológicos, etc.].
Empezando por los Trastornos del Espectro Autista [TEA] se han hallado alteraciones histopatológicas referentes a la corteza prefrontal, cerebelo y algunas estructuras subcorticales. Las correlaciones neuroanatómicas que se han encontrado son las siguientes:
- Aumento del número de neuronas en la sustancia blanca y capa I del córtex cerebral: se constata una alteración en la migración de células embrionarias procedentes de la matriz germinal subependimaria.
- Pérdida de células de Purkinje: con repercusión en las disfunciones conductuales de los cuadros tipo TEA debido a su relación entre los procesos neurocognitivos y el cerebelo.
- Aumento de densidad de espinas dendríticas: se ha observado una mayor densidad en las distintas capas del córtex prefrontal, temporal y parietal. Esto se ha relacionado con niveles neurocognitivos más “bajos”.
- Alteraciones en las minicolumnas: estas minicolumnas [aunque no está confirmado en su totalidad] se presupone que tienen implicación en el procesamiento de la información en el córtex. En los cuadros tipo TEA, en estas minicolumnas hay un aumento en el número y estas son más estrechas.
- Neuronas Espejo [NE]: diversos estudios han concluido que en niños/as TEA no se produce la activación de la zona opercular, siendo esta una de las áreas donde se encuentran las NE.
- Disminución de la conectividad de diversas regiones cerebrales. Continuando con el Trastorno de Tourette, hay una estructura subcortical que está muy relacionada con este cuadro: los ganglios basales [GB]. Estos facilitan a diferentes áreas cerebrales su ejecución, combinación e inhibición. En el Trastornos de Tourette, neuronas de los GB no consiguen inhibir determinados movimientos o conductas que no son funcionales [tics].
Por otra parte, en cuanto a personas diagnosticadas de TDAH se han hallado en estudios morfológicos alteraciones difusas [menor tamaño] en regiones frontales, cuerpo calloso, GB y vermis cerebeloso. También se ha confirmado una disminución de la conectividad en conexiones de largo alcance, como sucede entre la región cingulada anterior y el precúneo y cingulado posterior, así como entre estos componentes posteriores y ciertas regiones del lóbulo parietal inferior izquierdo y zonas dorsales y ventrales del córtex prefrontal medio. El último cuadro diagnóstico que se especificará es el Trastorno de Aprendizaje Procedimental [TAP], al cual se le ha atribuido una disfunción de la sustancia blanca del hemisferio derecho. A nivel de conexiones hay una afectación entre las relaciones córtico-corticales y córtico-subcorticales [circuitos corticoestriado-talamocorticales y corticocerebelotalamocorticales]. Por lo que se podría concluir la existencia de una disfunción en las estructuras parietales posteriores y sus conexiones subcorticales con el sistema estriado y el cerebelo.
*Información aportada del manual “Trastornos del Neurodesarrollo” de Josep Artigas-Pallarés y Juan Narbona. Manual muy recomendable.
José María Valderrama
Neuropsicólogo Pediátrico
Gracias por tu aportación. Feliz semana.